El 15 M fue un movimiento social espontáneo que surgió como respuesta a la insatisfacción de la sociedad civil ante la situación política general del país. Por primera vez en muchos años, personas de diferentes ideologías, edades y estratos sociales, salían a la calle de forma voluntaria con la intención de exigir cambios. Algo sorprendente en una sociedad que, desde hace muchos años, parecía indolente y adormecida.
Pero, ¿Qué demandaban concretamente los participantes en el 15-M? Y lo que es más importante, ¿Sirvió para algo?
El movimiento 15-M decidió organizarse para, de entre la amalgama de ideas y propuestas que nacieron en las diversas plazas de ciudades españolas, poder definir unas líneas maestras en sus reivindicaciones.
Estas, pese a ser muy amplias y variadas, se centraban en aspectos como la reforma de la ley electoral, la lucha contra la corrupción, la transparencia de partidos e instituciones, una mayor participación del pueblo en los mecanismos de decisión de los partidos y la paralización de los deshaucios.
